sábado, 11 de enero de 2014

PASADOS LOS 30.

 
Mi amiga Berta dice que las mujeres deberiamos nacer con 30 años. A mi me encantó cumplirlos, los 30 me parecen una edad de plenitud a todos los niveles: ya sueles saber quien eres y lidias mejor contigo misma y con los demàs.
Aun así a partir de la “tercera década” y en especial, al iniciar la cuarta, empiezan a producirse muchos cambios en tu cuerpo y no todos son positivos. Uno de ellos es que el metabolismo comienza a reducir su velocidad y eso provoca que la misma cantidad de comida que antes nos mantenía en peso, genere un leve aumento a partir de esas edades.
Estos cambios no son ajenos al estilo de vida que llevamos: al repartir el tiempo entre el trabajo, el estudio, la atención del hogar, el cuidado de los hijos, etc. Solemos reduir la actividad física (ahora tenemos menos tiempo para nosotras).
Así el cuerpo femenino comienza a sufrir una serie de modificaciones: se produce una redistribución de la grasa en la zona abdominal, se incrementa la tendencia a la hipertensión y al colesterol, aumentan los requerimientos de calcio para mantener los huesos sanos así como la ingesta de antioxidantes para evitar las arrugas y el envejecimiento cutáneo.
Para revertir el avance del tiempo y contrarrestar los cambios físicos debemos conocer que hay una serie de "trucos" que pueden mejorar nuestra salud y belleza, se trata, en definitiva, de ligeros cambios de hábitos que van a ayudarnos a sentirnos mucho mejor.
 
 
A PARTIR DE LOS 35:
  • 100 calorías menos al día. Evita alimentos con una carga calórica escesiva. Di no a los azúcares simples como el azúcar blanco, la miel, la repostería o las golosinas.
  • Intenta hacer 1 hora de ejercicio todos los días, si no puedes ir al gimnasio evita el coche y el ascensor.
  • Introduce en tu dieta 5 porciones de antioxidantes: frutas, hortalizas, verduras frescas.
  • Consume 5 gramos de sal diarios como máximo. Reduce su consumo todo lo possible.
  • No olvides  tomar calcio y no sólo a través de los lacteos, otros alimentos como el sésamo con el que puedes aderezar tus ensaladas aportan grandes dosis de calcio y tienen un sabor exquisito.
  • Controla el colesterol. Di no a las grasas saturadas.
  • Ten la botella de agua siempre al lado. Es tu gran aliada y tu truco más preciado de belleza.